Filipenses 4:8 Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. 9 Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
10 Me alegro muchísimo en el Señor de que al fin hayan vuelto a interesarse en mí. Claro está que tenían interés, solo que no habían tenido la oportunidad de demostrarlo.
Una de las cosas que más me asombra del Ministerio de Pablo, fue que lideró a través de su propio ejemplo, lo cual es muy poderoso porque está desafiando a otros a hacer algo que él mismo ya ha hecho. Él no está enviando a sus discípulos a territorio desconocido, Pablo ya ha estado allí y sabe que lo que enseña es algo que se puede hacer, que es posible.
La mayoría de ustedes puede haber cuestionado este versículo antes: ¿qué significa esto? ¿Significa que tengo que ser positivo todo el tiempo y pensar que todos mis sueños se harán realidad? La verdad es que el mismo Pablo da un ejemplo en su propia vida de lo que es meditar en las cosas buenas, y eso lo vemos claramente en el versículo 10. En ese fragmento, Pablo está mostrando a los filipenses (y ahora a nosotros) que él DECIDIÓ pensar bien, pensar lo mejor posible sobre las intenciones de los filipenses. La forma como yo lo interpreto es como si él estuviera pensando lo siguiente: “Decido pensar que lo que pasó fue que no tuvieron oportunidad de mostrar preocupación por mí, POR ENCIMA del pensamiento de que dejaron de orar por mí porque me olvidaron». ¿Ven la diferencia?
Cada vez que tenemos una situación frente a nosotros, tenemos el poder de decidir qué o cómo vamos a pensar de lo que sucedió. Si en algún momento, te sientes tentado a tener malos sentimientos sobre algo, medita sobre la situación y decide seguir los consejos de Pablo. La próxima vez, pruébalo y comprueba cómo te va. Estoy segura de que la vida se sentirá más liviana y tu te se sentirás más relajado. Hazlo hasta que se convierta en tu nueva forma de proceder, tu nueva forma de pensar.
Oración: Dios Padre, gracias por tu Palabra y por todo lo que nos enseñas. Gracias porque lo que quieres que hagamos ahora no fue imposible para Pablo, así que tampoco lo será para nosotros. Oramos para que cada vez que estemos tentados a pensar cosas malas, nos llames la atención y nos ayudes a cambiar la perspectiva y a escoger pensar lo bueno. Queremos vivir más livianos. En el nombre de Jesús oramos, Amén.
EN 9 DE SEPTIEMBRE, 2021 POR XIMENA CEN BLOG, DEVOCIONAL EN ESPAÑOL
